Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Corazón, en Complementos María Manuela queremos hablaros del simbolismo de éste y su evolución en las distintas culturas hasta llegar al símbolo universal que hoy en día es y la importancia que tiene en el mundo de la joyería.
Desde la antigüedad, este órgano ha aparecido reflejado en diversas situaciones donde su representación ha llegado a caer en el mito y el misterio. Una de sus primeras manifestaciones conocidas data del final del período paleolítico vista en El Mamut de la cueva de El Pindal, en Asturias, una pintura rupestre que muestra un gran corazón rojo pintado en el centro del animal. No se conoce si el hombre del paleolítico lo pintó para señalar el lugar ideal para dirigir las flechas a fin de abatirlo, queda en el pensamiento de que ya entonces existía la idea de que en el corazón estaba la fuente de la vida.
El corazón es una estructura central donde han residido varias nociones relacionadas con la vida, con connotaciones que van desde la afectividad, espiritualidad, ánimo, valor y hasta el intelecto. Es un órgano afectado por nuestras emociones debido a los cambios que muestra en el ritmo o de la fuerza de su contracción que en algunos momentos pudiera presentar con motivo de la liberación de sustancias neurohormonales muchas veces relacionadas con situaciones anímicas (las hormonas afectan a la conducta y la conducta afecta a la secreción hormonal).
Aun cuando el corazón es un órgano muy bien diferenciado de nuestra anatomía, bomba principal del sistema circulatorio, desde tiempos inmemoriales ha sido un significante que hemos llenado de múltiples significados.
Los antiguos egipcios pensaban que en el corazón residía el alma y la mente del hombre, era el asiento de la conciencia moral, el trono donde habita el dios interno del hombre, le adjudicaban capacidades cognitivas: raciocinio, inteligencia, valor, poder creador y pensamiento espiritual. En el proceso de momificación la mayoría de las vísceras del occiso eran colocadas en vasos canopos, solamente el corazón y los riñones eran dejados en su sitio. Si la persona había tenido buenos sentimientos y había llevado una vida virtuosa, el corazón debía ser tan liviano como la pluma para que el fallecido fuese aceptado en el mundo de Osiris y disfrutara de la vida eterna. Si era más pesado lo devoraba una bestia infernal (Ammit) y el alma del muerto desaparecía. Al corazón se le dedicaron hechizos en los textos funerarios, para protegerlo e incluso para suplicarle al mismo que no hablara en contra de su dueño, que no evidenciara sus debilidades para que fuese admitido a la vida eterna.
Desde la antigua Grecia vemos como no siempre el corazón fue el asiento del alma, aunque Hipócrates (siglo V a.C) situaba en el ventrículo izquierdo la dirección del alma entre los filósofos presocráticos se sostenía que el lugar del alma era el hígado. Platón (siglo IV a.C), llegó a sostener -al igual que los asirios de Mesopotamia en el siglo III antes de Cristo- que el mundo emocional y sensorial se localiza en el hígado. Platón también llamó al corazón “Nudo de los vasos”, a pesar de lo antes expuesto en sus escritos se dejan ver la vinculación que se hizo del corazón con la bondad y los sentimientos señalando que es el corazón quien permite que la parte mejor impere en la personalidad y que sólo la voz del corazón sea escuchada por “todo lo que en el cuerpo tiene sensibilidad”. El corazón – según decía Platón – lo mismo combate en favor de la razón que se pone al lado del deseo. En el siglo IV a.C. Aristóteles estableció que el corazón era lo más importante del cuerpo, concluyó en aquel momento que el corazón era el primero de los órganos que se forma en el embrión y el último en morir, era donde residían el movimiento, las sensaciones, el alma y la razón.
En civilizaciones orientales (India, China y Japón), existe la idea desde hace milenios que en el cuerpo existen unos chakras o puntos de “energía vital universal inmensurable”, de los cuales, el que se halla a la altura del corazón, simboliza el amor y la compasión. Los Indios consideran el corazón (hridaya) como centro de todo ser y de todo estado de existencia, por ello reside en el centro y al que se designa Brahma-Pura, ciudad divina. El corazón del creyente, se dice en el islam, es el Trono de Dios, su templo en el hombre. Igualmente, en el vocabulario cristiano, se dice que el corazón contiene el Reino de Dios, representa el estado primordial, y lugar de la actividad divina.
El llamado “Corazón de Jesús” de la religión católica – que suele aparecer acompañado de elementos como cruces, llamas, rayos, espinas o coronas – se relaciona con el amor y el fervor religioso.
La primera representación del corazón como un símbolo romántico es del siglo XIII. Apareció en una ilustración perteneciente a la novela francesa “Roman de la poire” . En el manuscrito iluminado aparece una escena de amor alegórica en la que el hombre ofrece su corazón a la amada. Es la primera representación del corazón que conocemos como símbolo romántico.
El amor…En nuestra colección no podía faltar un símbolo que lo representara, y éste sin duda es el corazón. El corazón es fuente de vida, centro de nuestro ser y sede de los sentimientos. Todas las culturas sin excepción lo reconocen como inequívoco icono del amor, que es el afecto máximo. Regalar corazones simboliza una promesa de amor eterno, un vínculo inquebrantable hacia esa persona especial, que bien puede ser tu pareja, un familiar o un amigo muy cercano. El corazónes uno de los diseños más utilizados en joyería, ya que las joyas representan cómo somos y cómo nos sentimos.
El corazón no es un símbolo para regalar sólo en San Valentín. Es el símbolo más universal que podemos regalar y lucir todos los días del año , un imprescindible en nuestro joyero, es una pieza perfecta para llevar con cualquier look. ¡Cómo algo tan pequeño, puede expresar tanto!.Una apuesta segura que nos enamora ¿y a tí?.
Así son los corazones que te proponemos en Complementos María Manuela. Tenéis la seguridad de acertar con diferentes conjuntos de de corazones entrelazados , anillos , pulseras , colgantes y pendientes . En definitiva , distintos estilos y tamaños , pero con un mismo significado universal, joyas de calidad y atemporales.
Síguenos en nuestras redes sociales Facebook e Instagram para no perderte ninguna de nuestras novedades.
Si necesitas asesoramiento puedes escribirnos a nuestro correo info@complementosmariamanuela.com o llamar al 923.24.33.98. Estaremos encantados de atenderte!